Leyenda

No se sabe con exactitud cómo o cuándo fue descubierto el café, pero existen muchas leyendas al respecto.

La leyenda más popular se sitúa en el año 600 d.C., en Etiopía. Cierto día, un pastor llamado Kaldi notó que sus cabras estaban agitadas y que este comportamiento se prolongó hasta la noche. Al día siguiente, Kaldi observó que las cabras volvieron a ponerse nerviosas tras alimentarse de unos frutos similares a cerezas. Probó un fruto y una hoja y notó que, si bien el sabor no era tan agradable como había esperado, se desvaneció su fatiga y se sintió lleno de energía.

Tras los sucesos anteriores, Kaldi cortó una rama con flores y frutos y los llevó al monasterio más cercano para presentársela al abad y relatarle su hallazgo. El abad hirvió la rama completa pero el sabor era tan desagradable que la arrojó instintivamente al fuego. El aroma que produjo el fruto al entrar en contacto con el fuego era tan delicioso que el abad decidió preparar una infusión con él, derivando en el primer café.